08 marzo 2007

Algunos detalles sobre el entrenamiento de Roger Federer.

En una nota publicada en El País (España), analizan el curioso método Federer para ser un número uno que no para de batir récords:

Su entrenador: Se pasó toda la temporada 2004 sin técnico. No necesita a nadie que le diga
cómo dar un revés. Sí una figura que le inspire. Por eso lo entrena Tony Roche. No hay un contrato de por medio. "Solo un apretón de manos", especifica Roche, un anciano de canillas descoloridas que vive vestido de tenista. "Si me necesita, sabe dónde encontrarme". Lo que Roche suele hacer es dirigir los peloteos durante los entrenamientos, insistir en la volea y mandarle mensajes con el móvil. ¿No es muy poco? "Le gusta hacer muchas cosas solo. Escucha. Y hace lo que se le dice".

El calendario: "Tienes que conocer tu propio cuerpo", explicó Federer la semana pasada en Dubái. "Ahora descanso más de lo que solía. Hago tres concentraciones de condición física al año: en diciembre, febrero y tras Wimbledon. Eso me ha ayudado a evitar lesiones, mantenerme sano y ponerme en forma. Desafortunadamente eso implica romper alguna de mis metas, como la Davis". En la nueva actitud de Federer, que se pasó la mayor parte de la pretemporada de vacaciones, ha influido Mirka, su novia. "Necesito tener vida privada".

La inspiración: Cuenta John Newcombe, mítico jugador australiano, que Federer era bueno pero no excelente, porque luchaba contra sí mismo. "Un día, en Hamburgo, tiró la raqueta al suelo. Perdió el partido. Se dio cuenta de lo que había hecho. Y cambió". Federer coincide: "La gente solía decir... 'este tío tiene talento, pero no sabe mentalizarse y no está en forma'. Eso me hería. Tuve que elegir el camino del talento o del trabajo duro. Elegí trabajar duro".

Los entrenamientos: Pier Paganini, su preparador físico, tardó tres años en convertirlo en un atleta de élite. Desde entonces siguen la misma rutina: "Cuando estoy en casa --cuenta Federer-- juego y entreno durante cuatro horas diarias. Durante los torneos, mucho menos. Ahí solo necesito asegurarme de que estoy perfecto". Federer hace pesas y trabaja el torso, las piernas y los glúteos colocándose una barra de madera sobre los hombros, sujetándola por los extremos y estirando o flexionando el cuerpo. Usa cintas elásticas para reforzar hombros y bíceps. Además, mejora su potencia y su capacidad aeróbica lanzando un gran balón medicinal de un lado a otro de la red.

via El Comercio

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