A partir de un robot industrial, el experimento no parece tener demasiada complejidad: se ata una raqueta con una correa al brazo, y por unas intervenciones, se lo deja bajo el control de un WIImote, (ver WII), de modo que copie los movimientos. El resultado: un jugador de movimientos ágiles pero torpes. Nada mal, faltaría mejorar un poco la técnica!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario